Si pudiera hablar de mil maneras
y lo erótico tabú no fuera
te diría que hoy por tus caderas
se revive mi alma y desespera.
Y en caricia ansiosa cada noche
con mis dedos siento el encontrarte
cuando tú permites sin reproche
y tu esencia gime al entregarte.
Al probar que bajo tu cintura
es tu sexo erótico animal
en caricia mía y sensual
instigando cópula que es pura.
Y al final, con beso perfumado
de los labios —todos— convencidos
por orgasmos muertos y vencidos
el abrazo tierno y delicado.
Orlando Francisco Menéndez
21/12/2009 01:15
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