.
¿Quién bajó la persiana del día
envolviéndome en esta oscuridad?
¿Quién aumentó el volumen para ahogar
los gritos del malvado silencio?
¿Quién permitió que los meses y los años se alejaran
llevándose acaso de la nada
ilusiones y sueños o fracasos?
¿Quién no pudo traerme con mis pasos
ni siquiera de la vida, los retazos?
¿Quién? – me dije – ¿Quién!?
¡Yo! – me respondí –
. . . Pues no hay duda; yo soy “quién”
.
Orlando Francisco Menéndez
.
lunes, 5 de mayo de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario