jueves, 13 de mayo de 2010

LA SOPA - (relato)

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En la noche del miércoles se decidió a hacerlo.
La comida resultaba demasiado dulce y le añadió albahaca.
—Le gusta la albahaca. —pensó.

—Ahora sí. —masculló mientras lo probaba, y procedió a agregarle la poción y a revolverlo para que se mezclara.
. . . . .

El jueves volvió a esa habitación y miró por la puerta entreabierta. El plato vacío y los cubiertos estaban delicadamente ordenados sobre la mesa de luz.

El cadáver con los ojos y la boca muy abiertos, demostraba a las claras que había muerto por asfixia. Pensó que una autopsia podría indicar que su infarto no se debió a que era un paciente hipertenso y salió rápidamente y mientras se alejaba.

—De todos modos, nadie le hará una autopsia… —pensó tratando de calmar su nerviosismo.
. . . . .

El viernes por la madrugada se despertó con mucha agitación, transpiraba.
—¡Las pupilas!... ¡Me olvidé de las pupilas! —se dijo mientras se dirigió a su computadora para consultar en Internet.
—¿Tenía las pupilas dilatadas? ¡Por qué no me acerqué a mirar de cerca! ¿Dilata las pupilas la etilefrina? ¡¿Dilata las pupilas…?!


Orlando Francisco Menéndez
Viernes 13/05/2010 13:30 (GMT-03:00)

5 comentarios:

  1. Que historia tan macabra!! no me gustó!
    Un beso
    Flor

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  2. Gracias Flor. Tu comentario me hace entender que logré mi cometido. Si te hubiera gustado a ti, no satisfaría los gustos de quienes leen este tipo de cuentos cuentos, que es el público que quiero captar.
    Besos.

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  3. Excelente relato!! Un verdadero deleite leerte. Felicitaciones! Muy bueno todo. Un saludo cordial.

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  4. Woow mientras leia, senti una cosquillita recorrer mi cuerpo, en verdad! esta excelente el relato, me quede con ganas de seguir leyendo mas, Gracias amigo por compartirnos tu talento
    Un beso.

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